EL GLORIOSO NUNCA VENCIDO Y SIEMPRE VENCEDOR MIÑOCA
Capitulo II
«LA RISUEÑA PLAYA DE ALCABRE»
De los docks de D. Higinio salia diariamente el MIÑOCA que tripulado por el ingeniero y el artista recorria la hermosa ria. A la hermosa playa de Alcabre atracaba casi a diario el «MIÑOCA» donde sus tripulantes se regocijaban zambullendo sus robustos cuerpos en las cristalinas aguas.
Tan hermosa playa pronto fue el punto de cita de la alta sociedad de Vigo. Alli se reunian las niñas mas bonitas, tanto de cara como de cuerpo, a la vez que los viejos mas verdes y recalcitrantes de la ciudad. Alli iban los heroes del «MIÑOCA» (Nano y Alejandrito) allí, en fin haciendo piruetas en las tibias aguas nadaba gentilmente «Xanicran».
Cuando el «MIÑOCA» aparecia en la playa era rodedo con interes por la multitud reunida disputandose el honor de ser admitido a su bordo.
Oh «MIÑOCA», tu llevas la admiracion donde quiera que vayas.
No tardo mucho en posesionarse el «MIÑOCA» de la limpia y hermosa a la vez que tranquila y risueña playa de Alcabre, dando nombre apropiados a sus puntos mas notables, piedras etc. A quien si nó al «MIÑOCA» se debe que una gran piedra que frente a la playa se alza, hasta aqui ignorada, quedando casi en seco en baja mar se llame «Piedra de los Aprendices».
Una importante reforma tuvo lugar en el «MIÑOCA» por este tiempo. En vista de la velocidad que alcanzaba en sus correrias hubo necesiadad de ponerle unas proas mas altas a fin de que cortara con mas limpidez las aguas y pudiera de este modo alcanzar mayor velocidad. Dicha reforma, dirigida por el ingeniero jefe tuvo lugar en los docks de verano (nº. 2).
«LOS HEROES DEL MIÑOCA»
Dos habian sido los genios que idearon y construyeron el «MIÑOCA», mas, otros dos fueron quienes le hicieron alcanzar la gloria de que ahora goza.
Tenia que suceder, estos dos genios maritimos se ocultaban en dos gallardos y robustos jovenes. Tenian el don de la posesion del mar y no tardaron en posesionarse del «MIÑOCA» sobreponiendose a todo, allanado la mayores dificultades.
Sucedió, pues, que los brazos que en un principio manejaron los remos del «MIÑOCA» fueron substituidos por otros mas expertos en la materia, por los brazos que condujeron al «MIÑOCA» hacia la gloria, por los brazos que tanto renombre le dieron, en fin, por los brazos que a la vez que conquistaron gloria para el «MIÑOCA» la supieron conquistar para sus dueños., para sus patrones.
Es decir que estos genios que ganaron para el escudo del «MIÑOCA» la divisa de GLORIOSO NUNCA VENCIDO Y SIEMPRE VENCEDOR eran Alejandrito y Nanito patrones de popa y proa respectivamente.
Y desde este estante empieza la conquista de la hermosa y placida Ria de Vigo por el «MIÑOCA».
«MOAÑA»
A unos tres millas de Vigo en la opuesta orilla, se extiende una bonita villa bordeando a una no menos bella y tranquila ensenada, donde, en los apecibles dias de verano, cuando la leve brisa no disturbia la transparencia de cristal de cristal de las aguas de la Ria, se refleja con nitidez una bonita villa de pescadores con sus frondosos bosques que la rodean dandole la apariencia de un bello cuadro tan solo realizable por la caprichosa naturaleza. A la derecha de la ensenada se alza una minuscula peninsula con una pequeña hermita en su cumbre, rodeada de tupido boscaje. Tal era la Villa de Moaña con sus alegres alrededores.
Gran fama tiene la villa de Moaña por sus riquisimos croques que en sus extensas playas abundan.
A esta risueña villa en busca del placer de gozar del grandioso espectaculo del mar, a la vez que en busca de croques, se dirigió una apacible mañana el «MIÑOCA».
Si en su primera epoca en que el «MIÑOCA» era patroneado por sus inventores y armadores alcanzó gran renombre, que podia decirse de la gloria que adquirió en manos de sus actuales patrones!. Todo sería poco.
Camino ya de Moaña, era hermoso admirar como se deslizaba sobre las aguas. Los contornos de la placida ciudad de Vigo, a la vez que heroica, fiel, leal y valerosa, fueron haciendose mas vagos y a medida que los remos se hincaban en las aguas, para darles al miñoca una nueva arrancada, se dibujaban con mas detalles los rasgos de la Villa de Moaña ofreciendo un espectaculo hasta entonces no admirado. Habia ya el Miñoca recorrido mas de la mitad de la distancia entre Vigo y Moaña. Era la primera vez que se veia tan en alta mar!.
Sus proas enfilaron el muelle de Moaña pasando con vertiginosa rapidez por una angosta entrada que el dicho muelle tiene en sus comienzos.
Muy pocas remadas mas fueron necesarias para atracar a la espaciosa playa donde los sabrosisimos croque abundan tanto. Ya una vez en tierra (O en arena) fue el «MIÑOCA» rodeado con admiracion. Nunca se había visto alli cosa igual ni parecida.
Con una amabilidad no fingida algunos rapaces de la localidad ayudaron a los patrones a proveerse de croques siendo al final gratificados con largueza por estos.
Como soplaba una fresca brisa, izaronse velas y poniendose prioa a Vigo levaronse anclas despues de una calurosa despedida de los indigenas de Moaña.
Aumentaba la brisa y otra vez el «MIÑOCA» se vio en alta mar de regreso ya a los Docks mientras sus patrones alegres y contentos saboreaban los sabrosisimos croques.
«LA RIBERA DEL BERBES»
Incontables eran las las excursiones que el «MIÑOCA» realizaba. Para él, teniendo a su bordo a los actuales patrones, no habia nada imposible. Algun osado se atrevia a querer regatear con él mas siempre sin gran esfuerzo era dejado por la popa. No habia trainera ni embarcacion cualquiera que habiendo medido sus fuerzas con el «MIÑOCA» no fuera vencida en el acto. Quien se atrevia con el!. Quien era el osado que se ponia ante él!. Estas continuas victorias le dieron el distintivo de «GLORIOSO NUNCA VENCIDO Y SIEMPRE VENCEDOR».
Con tales victorias ya alcanzadas ocurriosele un dia a sus patrones entrar en la ribera del Berbes, fondeadero de los barcos de pesca y habitado por gentes marineras unicamente. No bien sus proas asomaron por la boca de la Ribera, un grito de admiracion le acojió. Una salva de aplausos y aclamaciones surco el espacio. La admiracion era colosal, el asombro tremendro. La muchedumbre alocada, entisiasmada no cesaba de gritar mientras el «MIÑOCA» daba una vuelta a toda velocidad por entre los barcos fondeados volviendo a salir y viendo despedido con otra ovacion mas ruidosa, mas entusiasta aun. El MIÑOCA se alejo rapidamente perdiendose los gritos en la inmensidad del mar……
Oh «MIÑOCA. Hasta el Berbes llegaron los canticos de tu gloria!!.
«EL MIMI HORN»
Tocaba el verano de 1915 a su fin. Ya aquellos dias en que las aguas de la Ria parecian bruñidos espejos espejos donde las traineras con sus picuda velas y las rapidas y blancas gaviotas, que con sus agudos chillidos alegraban el espacio, se reflejaban, habia ya pasado para ser sustituido por una mar rizada, de trecho en teecho adornada por la blanca espuma que alguna ola al ser desecha por el viento levantaba.
Un dia de estos en que por la mañana apenas alguna leve brisa rizaba el mar se dirigio el «MIÑOCA» hacia el «MIMI HORN», barco aleman que, debido a la salvaje guerra que azotaba el continente, se habia refugiado en la hospitalaria Ria de Vigo.
No tardó mucho el «MIÑOCA» en estar al lado de dicho barco, mas poco despues cambió el mar de aspecto. Al antes tranquilo mar sucedió un fuerte oleaje levantado por un recio Norte que pronto hizo tomar a los patrones del «MIÑOCA» la determinacion de regresar cuanto antes a los docks. Las fuertes olas barrian la cubierta azotando los costados. Una via de agua se hizo notar en el floter de estribor. En tales condiciones no era posible cegarla. Con redobklados brios los patrones imprimieron al «MIÑOCA» una marcha mas veloz para llegar cuanto antes a los docks y allí reparar la averia. A la altura del Berbes (de tan grandes recuerdos) el floter de estribor estaba completamente inundado, las olas lo cubrian, ya apenas se veia sobre las encrespadas olas su cortante proa. A cada nueva ola el «MIÑOCA» daba un debil crujido, protestaba contra tal iniquidad.
No faltó la serenidad a los patrones y con habiles maniobras lograron, a pesar del temporal, atracar a los docks y ya una vez en tierra procedieron a extraer el agua de los flotres del «MIÑOCA». Pobre «MIÑOCA»!. Ya no le cabia mas agua.
«EL FRACASO DEL 16»
Y aqui terminan las hazañas del «MIÑOCA» en el año 15.
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De los Docks nº 2 (de verano) pasó otra vez a los Docks nº 3 (Pi Margall 114) para ser reparado para el futuro año. Durante el invierno sus patrones lo arreglaron, es decir lo estropearon. Cansados con el peso de la gloria adquirido en el verano, no tuvieron fuerzas para soportar en el invierno tanta gloria, así es que se explica que las reparaciones no fueran llevadas a cabo debidamente.
Todo pasa y todo llega y de este modo pasó el invierno y llego el verano del 16. Ya el Miñoca estaba preparado y fue conducido a los Docks nº 2 para ser armado y botado otra vez. Mas para que recordar cosas tristes. El fracaso fue completo, dos veces salió el «MIÑOCA» y despues fue injustamente olvidado. Pobre Miñoca, tu no tienes la culpa!.
Y una vez mas paso el verano y llegó el invierno y el Miñoca fue otra vez transportado a la sucursal de los docks nº 1, es decir a una dependencia de los Astilleros «Suevia» donde fue construido.
Que porvenir le esperaba al «MIÑOCA»?. Volveria a hacerse celebre en el futuro año?. Le esperara otro fracaso?. Quien puede sondear el porvenir!.
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CONTINUARÁ!