En Noviembre comenzamos la restauración de este precioso Finn construído íntegramente en madera, mediante la técnica de strip planking. Podrás seguir aquí el proceso de restauración que estamos llevando a cabo en la embarcación.
En Noviembre comenzamos la restauración de este precioso Finn construído íntegramente en madera, mediante la técnica de strip planking. Podrás seguir aquí el proceso de restauración que estamos llevando a cabo en la embarcación.
Su Armador acudió a nosotros unos meses antes para que evaluásemos el estado en el que se encontraba, y viésemos los trabajos que eran necesarios para ponerlo a punto y una estimación de cuánto podría costarle.
Después de nuestra respuesta y explicación de los trabajos que llevariamos a cabo en el Finn para restaurarlo íntegramente, Pablo no tardó en decidir traerlo al Astillero para comenzar la restauración.
La segunda semana de Noviembre llegó el Finn a nuestro Astillero, y ahora a la luz del sol, pues la anterior inspección había sido en un garaje con poca luz, comprobamos los trabajos que tendríamos que llevar a cabo.
Lo más preocupante eran las rajas entre los listones de madera del casco. Además había algún problema de deslaminaciones en diferentes zonas de la cubierta, construida en madera laminada, siendo la zona más dañada en popa, contra el espejo, donde la madera comenzaba a pasmarse. El barniz interior también necesitaba un raspillado en el 90 % de su área, y un tratamiento en muchas zonas de la madera, que por oxidación adquiere un color negro pálido.
Las maderas con bajo contenido de aceites esenciales naturales, son vulnerables a manchas provocadas por la exposición continuada a aire húmedo y lluvia. Aunque la madera esté barnizada, si la capa de barniz es muy fina o tiene defectos, la humedad deja sus huellas.
La Clase Finn fue diseñada por Rickard Sarby en 1949, y se empleó por primera vez en las Olimpiadas de Finlandia de 1952, convirtiéndose en Clase Olímpica, y participando en todas las Olimpiadas desde entonces.
Tiene una eslora de 4,50 m, con una manga de 1,5 m, y un desplazamiento aproximado de 120 kg. Es una embarcación pensada para ser manejada por un único tripulante.
Algunos Links:
http://www.finnuk.org.uk/classic-finns
El strip planking, es un método de construcción de embarcaciones en madera que se puede considerar como una variación de la construcción a tope tradicional, pero en la que los banzos son mucho más estrechos, y tienen sección cuadrada, o prácticamente cuadrada. Estas tiras de madera se clavan y encolan en toda su longitud entre si, de canto.
Tiene la ventaja de que las juntas prácticamente no se abren cuando se seca, y por lo tanto no hace agua. Cuando se emplea con epoxy, lo que se llama, strip planking moderno madera-epoxy, esta estabilidad dimensional es máxima, y se logra una estrucutura de madera relativamente ligera, que no hace agua, de gran rigidez, y enorme resistencia a la penetración y ataque de la madera por el agua, y sus problemas derivados.
En alguna variante del método, los cantos de las tiras de madera pueden tener un perfil de encaje macho-hembra, para que se produzca un mejor ajuste.
La construcción en strip planking, a diferencia del banceado tradicional, no requiere mayor experiencia ni habilidades, aunque si mucho trabajo para la unión de canto de todas las tiras tanto mecánica, como químicamente. Por este motivo, y a condición de tener un buen equipo que pueda llevar a cabo la construcción de un casco considerable en apenas semanas, es el método empleado por excelencia en la construcción de embarcaciones de madera one-off, por razones de economía.
El primer paso del proceso de restauración del Finn de madera fue desmontar todos los herrajes, que no eran pocos, anotando con cuidado su posición y haciendo un reportaje fotográfico, para poder volver a montarlos sin problema. Todos estos herrajes se guardaron en un zona del Astillero que habilitamos y asignamos al Finn, en donde también se guardaron todas las velas, cabos, toldos y armamento que traía el barco, y se guardarán todas las piezas que desmontemos de la embarcación.
Esta asignación de espacios a embarcaciones es la manera que tenemos de mantener un poco de orden dentro del caos, y poder llevar un control de todas las cosas que se han sacado de dentro de un barco, cuando hay muchos en proceso.
Una vez libre de todos los elementos ajenos, comenzamos a raspillar el cuerpo de madera del barco, primero la cubierta, y luego el interior, las zonas de mejor acceso.
A continuación, se metió mano a la zona de la cubierta de popa, que se deshizo por completo. Con esta zona a la vista, que hasta ahora había sido difícil de inspeccionar, se detectaron nuevos trabajos que deberiamos llevar a cabo para reforzar la estructura, demasiado libiana en su concepción.
El bao de proa de la cubierta de popa se encontraba completamente deslaminado, y los intermedios hacia popa eran poco eficientes e insuficiente, probablemente la causa del defecto de la cubierta contra el espejo.
La cuerda en estribor estaba cortada antes de encontrarse con el espejo, y se le empalmó un trozo, que junto con los nuevos baos que laminamos en pino de oregón nos permitieron reforzar la estructura para poder llevar a cabo los siguientes trabajos sin que el casco sufra y se deforme.
Una vez que se colocaron los nuevos baos, de manera temporal, pues probablemente la cuerda requerirá nuevos trabajos, se arriostró la estructura y se le dió la vuelta a la embarcación para comenzar los trabajos que llevariamos a cabo por la parte inferior del casco.
Varias cuadernas estaban rotas, muchas separadas del casco en varios puntos, de ahí las rajas, por lo que se tendría que raspillar todo el casco por su lado exterior, para tener acceso a los tapines que descrubririan los tornillos de unión de las cuadernas al casco.
Una vez raspillada toda la pintura se sacaron un par de cuadernas rotas para inspeccionarlas, y decidimos laminar las nuevas sobre el casco por el exterior, por estar estas cuadernas en zonas de poco escantillón.
Creo que deberiamos decir en este punto lo que ya muchos os imaginareis: sí, la tornilleria era todo de latón, y estaba muy deteriorada, de ahí la separación de las cuadernas y el casco. Se decide cambiar la totalidad de los tornillos de latón por otros de un material que aguante mejor el ambiente salado.
Una vez laminadas las nuevas cuadernas, y tras esperar el tiempo de rigor de la cola, se comenzó su instalación. Después ya se siguió con el resto de cuadernas el mismo proceso: sacar tapines, sacar tornillos, sacar cuaderna, sanear forro, y recolocar. Es un proceso lento y tedioso, y se debe hacer siempre sacando cuadernas separadas varias claras entre ellas.
Bueno, esto es todo por ahora, iremos poniendo más información cuando haya más progreso en los trabajos.